lunes, 25 de junio de 2012

MILES DAVIS 1955: el paso a Columbia

Artículo que escribí a petición del sello Sony/Columbia con ocasión del 50 aniversario de la colaboración de Miles con Columbia:
MILES DAVIS 1955: el paso a Columbia

Todos los aficionados al jazz saben, en mayor o menor medida, que Miles Davis tenía un carácter bastante especial y también que, por lo general, hacía siempre lo que le daba la real gana y normalmente se salía con la suya... Todo un personaje nuestro Miles.

En Julio de 1955 Davis, que entonces no tenía grupo fijo, participó en una jam-session en el marco del Festival de Newport. Se llevó la ovación del año y la crítica, que le había más o menos ignorado últimamente, se deshizo en elogios. Esa noche, tras el concierto, George Avakian, a la sazón productor de jazz para la Columbia Records (que entonces quería aumentar su escudería de artistas en este género), se fue como una bala a por Miles y le propuso un contrato con este sello. Una multinacional... una “major company”... eso a nuestro trompetista le sonaba muy bien. Pero... como no, había un “PERO” así de grande: Miles tenía un contrato de lo más formal y legal con el sello Prestige, que se extendía hasta finales de 1956 y que le obligaba todavía a grabar cinco LPs para completar lo estipulado en el trato.
Eso no le impidió a Davis ponerse a negociar seriamente con Avakian y a pedirle a su compañía actual que le liberara. Las ofertas de Columbia a Prestige para esa libertad no cuajaron y esta última se mantuvo en su exigencia de que Miles les diera el material pactado.

A finales de Julio lo que iba a ser el primer gran quinteto de Davis estaba casi perfilado. La rítmica, con Red Garland al piano, Paul Chambers al contrabajo y el fenomenal Philly Joe Jones a la batería, funcionaba como un reloj con un swing irresistible. Al saxo tenor estaba Sonny Rollins –entonces el saxo favorito de Miles- pero este quería alejarse de Nueva York e incluso dejar la música de momento y, para disgusto de Davis, así lo hizo. Fue cuando Philly Joe le sugirió a Miles que contratara a un saxofonista de Filadelfia que andaba entonces por la Gran Manzana, John Coltrane... Y así quedó formado el histórico quinteto que, tras su bautismo de fuego en Baltimore en Septiembre –y empezar inmediatamente a crear auténticas “sacudidas sísmicas” en el mundo del jazz americano- iba a ser contratado para tocar en el famoso Café Bohemia de Nueva York en Octubre. Y allí volvió a aparecer, cada noche, George Avakian.

Siguieron las negociaciones. Por una parte, al hombre de la Columbia le debieron salir unas cuantas canas intentando rebajar las pretensiones económicas de Davis. Pero este era un hueso durísimo de roer. Hubo mucho “tira” y poco “afloja”. Al final Miles se salió prácticamente... con la suya (no nos extrañamos ¿verdad?) y firmó un contrato que establecía un royalty entonces impensable para un artista –y menos para un jazzman- un primer anticipo y unos sucesivos pagos anuales fijos que se escribían en dólares con muchos ceros... Por otra parte y para dejar solucionado el tema con su compañía, Miles –y en esto Columbia no podía objetar- accedió a grabar para ellos todo el material previsto que Prestige podría luego lanzar al mercado cuando le conviniera (cosa que hicieron a lo largo de los siguientes años). En compensación, Prestige consintió que Davis pudiese empezar a grabar oficialmente para Columbia seis meses antes del fin de su contrato (es decir en Junio de 1956).

Pero eso era no contar con nuestro héroe. Tenía prisa (¿o ilusión?) por entrar en la familia Columbia –en la que permanecería durante tres sólidas décadas- y sin dejar ni siquiera que se secara la tinta de su firma en su nuevo contrato, el 26 de Octubre de 1955 entró (clandestinamente diríamos)* en los estudios de su flamante nuevo sello discográfico, dejando en la cinta parte del material que integraría su primer LP para Columbia, el hoy legendario “’ROUND ABOUT MIDNIGHT” que se reedita este año con todos los honores, acompañado de otras celebradas y esperadas reediciones del genial trompetista, obras maestras todas grabadas bajo la supervisión, al principio de Avakian (hasta 1959) y luego hasta mediados de los ochenta por el muy profesional Teo Macero, uno de los más grandes productores de jazz de todos los tiempos.
El paso de Miles Davis a la Columbia fue, sin duda y a pesar de todos estos avatares, una de las decisiones más acertadas que dio en su vida. A las pruebas nos remitimos.
Que las disfruten.

Juan Claudio Cifuentes
“Jazz Porque Sí” / “A Todo Jazz”
Radio Clásica / Radio 3 - RNE

* Por supuesto y a pesar de esta flagrante ruptura de contrato, a Miles no le pasó nada... Columbia, para no irritar a su competidor se limitó a espaciar en varios discos los temas de esa sesión menos uno (“Ah-Leu-Cha”) que salió en “’Round About Midnight”. Davis grabó para Prestige un primer disco con su quinteto en Noviembre de 1955 y luego en dos auténticamente maratonianas sesiones (en Mayo y Noviembre de 1956) les dejó material suficiente -y de impresionante calidad, todo hay que decirlo- para los cuatro últimos que con los títulos de “Relaxin’”, “Steamin’”, “Cookin’” y “Workin’” han constituido y todavía constituyen best sellers y piezas fundamentales del catalogo de Prestige cincuenta años después. Una vez más Miles se había salido con la suya...

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